Te daremos algunos puntos y algunas
recomendaciones para que los tomes en cuenta y así poderte ayudar con tu
decisión.
Biológicamente,
el cuerpo de la mujer está diseñado para la reproducción. Es por ello, que toda
mujer ha experimentado el deseo de ser madre. Es importante resaltar que cada
persona siente con diferente intensidad, dependiendo de su personalidad y
experiencias. Para algunas mujeres el deseo puede ser menor.
La
edad influye para que una mujer sienta mayor deseo de ser madre. Entre los 20 y
35 años, el cuerpo se encuentra en sus mejores momentos para la fertilidad. Es
muy probable que en cuanto más te acerques a los 35, tu deseo aumente.
Además la cultura tiene gran impacto. En México se cree que la mujer
debe ser madre, y si no lo es, huye de las responsabilidades de la vida. En el
caso del hombre, se cree que es más “macho o varonil” por tener hijos. Poco a
poco, estas creencias se han ido modificando, pero aún prevalecen y no dejan de
influir en las decisiones de cada persona.
La
salud es un aspecto importante durante la gestación. Tu cuerpo debe estar lo
más saludable posible para evitar complicaciones. Antes del embarazo, es bueno
tratar cualquier enfermedad o indicios de alguna.
Tanto
la salud física como la emocional, son indispensables para una buena toma de
decisiones.
Debes
tomar en cuenta que…
Si
optas por tener un hijo, habrá cambios en tu físico y en tu estado
anímico. Tu cuerpo ensanchará, dolerá la
espalda, es probable que sientas ascos, mareos, cansancio, dificultad para
dormir, etc. Cambiarán tus actividades conforme pasen los meses, el agotamiento
aumenta. Claro, que cada cuerpo es diferente y algunas mujeres sienten más
molestias con los cambios que otras.
¿Decisión de mamá o decisión de pareja?
¿Decisión de mamá o decisión de pareja?
Tu
relación de pareja, es buen aspecto para tomar en cuenta. Si los dos están de
acuerdo en tener un bebé, es importante conocer lo que la otra persona espera,
la forma de educar, etc.
Pero
si cualquiera de los dos, no está de acuerdo, es momento de pensar bien; ya que
si hay un acuerdo y deseo de las dos partes, será más fácil llevar la labor de
educar un hijo.
Si
estás soltera pero te has planteado el tener un hijo. Lo primero es conocer si
realmente es deseo o es por presión social o por no sentirte sola. Si ya lo has
decidido, el embarazo y el proceso de tener un hijo incluyen mucha
responsabilidad y cuidados. Debes sentirte preparada para ello y con los
recursos necesarios. También es importante contar con el apoyo de una persona
durante todo este proceso, ya sea algún familiar o amigo.
La
cuestión económica repercute de diversas formas en nuestras vidas. El tener un
hijo, implica más gastos. Tiene necesidades igual que tú; requiere de alimento,
vestimenta, ropa, paseos, educación, visitas al doctor, etc. El dinero
invertido en un bebé es mucho, y es necesario tener los medios necesarios para
conseguirlo.
¿Un bebé te cambia toda la vida?
Al
tener un bebé en brazos, tus actividades serán diferentes. No podrás hacer lo
mismo cuando no tenías nadie a tu cargo.
Si te gusta mucho salir, viajar, estar con tus amigas, eso cambiará. Si
tienes una pareja, será necesario llegar a acuerdos para que los dos tengan
momentos con sus amistades, familia, etc.
Por
otra parte, están todos los momentos que vivirás con tu bebé. Aprenderás mucho
y tendrás momentos divertidos. Además por tener un hijo, no te privarás de todo
lo demás, simplemente será en menor medida. Cuando crezca, podrás tener más
tiempo para ti. En un inicio, los cuidados serán bastantes, pero poco a poco la
rutina ira cambiando.
Muchas
mujeres se replantean si realmente quieren un bebé, pues su trabajo se verá
afectado. Es cierto que llevar las dos cosas de la mano, es pesado, pero no
imposible. Pregúntate si te ves únicamente con las gratificaciones de tu mundo
laboral, o también deseas ver a una persona crecer y que tus esfuerzos por ella
den frutos.
Recuerda,
que cualquier decisión que tomes, debe ser reflexionada y que te sientas segura
de ello. Ninguna decisión es mala, todas te darán aprendizajes. Simplemente
toma la que más vaya con tus prioridades y estilo de vida.